Despertar y comenzar a imaginar cómo lograremos acomodar los horarios para cumplir con la carga laboral de cada día constituye una agenda que, en ocasiones, deja fuera el salario emocional que todas las mujeres con un trabajo remunerado debemos percibir.

Con salario emocional me refiero a prácticas que nos permitan trabajar por un equilibrio en nuestra vida cotidiana. Algunos empleos brindan la posibilidad de teletrabajar, contar con planes de formación y capacitaciones constantes, horarios flexibles, beneficios sociales y días de descanso en ocasiones especiales, como los cumpleaños. Sin embargo, no todos los directivos pueden ofrecer este tipo de paga emocional.

En esta edición Juan Pablo Benítez Galván, orientador familiar y politólogo, nos explica interesantes conceptos que nos ayudarán a identificar cómo elegir el lugar adecuado para trabajar y al mismo tiempo recibir retribuciones más allá de la nómina. El experto, explica que antes de firmar un contrato debes «tener las reglas claras»; con ello entender que nos encontramos trabajando en la cancha de otros.

Juan Pablo detalla que todas las personas que pertenecen a una organización necesitan trabajar en la construcción de un capital social que nos facilite la vida en el trabajo, cuyos elementos son:

1. El factor confianza

2. La reciprocidad

3. La colaboración o iniciativa espontánea

Toda vez que identificamos los conceptos anteriores es necesario buscar el equilibrio entre ellos, para lograr el objetivo debes tener conciencia al entrar a colaborar a un centro de trabajo y es determinante recordar que la organización a la que pertenezcas busque resultados humanos, técnicos y económicos.

Trabajar con capital humano tiene como finalidad vincularse con los empleados y construir puentes de comunicación y consensos, para dar resultados técnicos y retribuir al colaborador, afirma el especialista. Una empresa siempre debe abrir caminos de desarrollo, un ejemplo es la firma mexicana Bimbo, fundada en 1945, que exporta sus productos a España, Francia, Italia, Marruecos, Portugal, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Suiza y Ucrania.

Equilibrio entre sueldo y salario emocional…

El también conferencista puntualiza que «no es un milagro que provenga de afuera, yo tengo que hacer el milagro» y cita al autor José Manuel Gómez Fernández, quien describe en su libro «Fundamentos del Comportamiento Humano en la Empresa» la lógica de cambiarse a sí mismo, y la importancia de los gestores de recursos humanos de las organizaciones para identificar esta necesidad de cambio personal, antes de intentar modificar el contexto de una compañía.

Por ello, es prescindible mantener una visión de autodesarrollo y antes de firmar el contrato contestar estas preguntas:

¿Mi puesto emocional me alcanzará para seguir empleada?

¿Estoy dispuesta a aprender?

Tienes que ser profundamente sincera porque tu autoconcepto y autoestima deben estar en balance para determinar si puedes aceptar lo que la empresa te brinda.

Otra cuestión básica, conocerte a ti misma y tu temperamento. Debes radiografiarte con tu luz y tu sombra, puesto que definen tu personalidad.

Además, es importante que identifiques las emociones y los sentimientos para poder diferenciarlos y ser mejor cada día.

El experto finaliza apuntando que es conveniente mantener una higiene emocional y trabajar por una pulcritud espiritual, fortalecer tu inteligencia y tu voluntad, descifrar qué tan capaz eres de hacer retos personales y cumplirlos. Todo ello, va de la mano con relacionarte contigo misma y con los demás desde la consciencia de nuestras necesidades.

De mujer a mujer, te aseguro que en tanto seamos creativas, consistentes, genuinas y perseverantes nuestra labor dentro de alguna firma será satisfactoria y totalmente original. Crearás un estilo propio, una especie de marca personal que te definirá y te hará desarrollarte en el ámbito profesional, con ello por supuesto que tu paga emocional, además de tu cheque, llegará cada mes de manera puntual.

Amelia Earhart dijo: «Lo más difícil es la decisión de actuar, el resto es meramente tenacidad. Los miedos son tigres de papel. Uno puede hacer cualquier cosa que decida hacer. Uno puede actuar para cambiar y controlar su vida; y el procedimiento, el proceso, es su propia recompensa».