En la antigüedad, durante los enfrentamientos bélicos los bandos en disputa comenzaron a utilizar pigmentos de la naturaleza para pintar sus cuerpos y rostros, con la finalidad de identificarse y no atacar a sus compañeros. Sin embargo, llegó un momento en que eran jornadas muy largas y no lograban identificar a sus detractores, ante este problema el maquillaje tan rudimentario los ayudaba mucho.

He pensado que cada día nos sometemos a retos que, en menor o mayor medida, constituyen una lucha constante que al final nos deja un aprendizaje, entrenamiento o hasta pérdida.

Tal como los antiguos guerreros o caballeros de la edad media, con el paso del tiempo nuestra armadura, se va desgastando y si bien contamos con mayor experiencia también conservamos cicatrices y heridas, que se van convirtiendo en auténticas MARCAS DE GUERRA.

Estos signos de “enfrentamientos” y crecimiento personal, para muchas de nosotras, las mujeres, se transforman en: estrías, celulitis, manchas de la edad, arrugas, pérdida de cabello y de melanina (canas).

Hoy, mientras manejaba para enfrentar otro día laboral descubrí varias canas alrededor de mi rostro y me gustaron…

Pensé: Bendito sea el tiempo pasado, los aprendizajes, los errores y confusiones, así como el crecimiento y las vivencias…

Esas marcas de guerra, también nos identifican, nos dan valor, nos recuerdan que el tiempo pasa y que hay que disfrutarlo.

Las marcas que deja una sortija nupcial revelan años de amor, de risas, de lágrimas, de noches y días junto a alguien.

Las estrías que un bebé deja durante 9 meses en el cuerpo de su mamá dejan en la piel un cúmulo de ilusiones y sueños, son muestra del amor que brinda una mujer a un ser pequeñito que depende de ella.

Las ojeras que quedan después de años trabajando a las 3:30 AM, dejan huellas de esfuerzo y pasión por una carrera, por la que te esforzaste mínimo 5 años de tu vida.

Cada quien contará distintas MARCAS y pedazos de vida por el cuerpo, el corazón y la mente.

Hoy, me gustaría conocer alguna de sus MARCAS DE GUERRA. Los leo con cariño…