Colaboración de Marielly Lozano

 

Conceptos e implicaciones de la moda

Ya nos hemos enfocado antes al análisis formal sobre teorías que hablan acerca de la sociedad e individuo orientados a la moda, y podría ser interesante hacer un resumen sobre los conceptos descritos anteriormente con el propósito de unificar significados con el lector y así lograr un mejor entendimiento. Así como la historia describe los acontecimientos humanos y sociales, la moda ha interpretado estas necesidades en dos conceptos importantes: el de pertenecer y distinguirse. Este texto pretenderá hablar de la moda en un nivel sociológico, siendo éste el primer cuestionamiento que se piensa resolver. Por consiguiente, el interés de la autora se centra en las distintas formas en las que la moda llega a instalarse en nuestra sociedad, siendo la sociología el apoyo desde hace más de 30 años para cualquier estudio relacionado con este fenómeno.

La primera referencia importante es el que desarrollaría Honoré de Balzac, uno de los pioneros que hablan sobre el concepto de la moda, plasmado en sus escritos “El Tratado de la Vida Elegante” (1830), donde intentó aclarar que, más allá de la elegancia en el vestir, era resaltar el triunfo de la liberación de un régimen que trataba de distinguir a la aristocracia y de alienar a las minorías.

Sin embargo, no se habla de moda como tal hasta el siglo XVIII e inicios del siglo XIX, por lo que básicamente se pueden distinguir dos momentos importantes:

El primero describe el momento en el que se decretó que nadie tenía que obligar a otros con respecto al vestir, en este sentido, se da la libertad de experimentar, el sentido religioso y medieval queda atrás y el hombre tiene la capacidad de decidir.

El segundo momento importante es, que, al convertirse en fenómeno mediático, éste le proyecta de sentido comercial y aceptación masiva gracias a la globalización que ha creado esta homogenización que cubre gran parte de nuestras vidas.

Pero entonces ¿Cómo se puede definir el concepto “moda”?, Herrero, Montserrat indica que hay cientos de definiciones, pero destaca una en particular (Riviére, M. 1998) (Riviere Margarita, Crónicas virtuales, Ed. Anagrama, Barcelona 1998), la moda es como “la narrativa difusa que ha movilizado masivamente a la gente de esta época a ver, comprar y convertir esta narración en parte de uno mismo.”

Riviére afirma también que es como estar en un supermercado, el “supermercado del yo” es decir, cuando el consumidor está totalmente inmerso en lo que considera la moda del momento, es adoptar distintas personalidades o identidades al punto en que el vestir se convierte en ironía, un día me visto en goth o con tendencia rockera y al siguiente soy hippie o indie.

Una definición que otorga Georg Simmel (citado en Monneyron Frédéric, 2006, p. 56) es que la moda es “ese tipo de fenómeno cuyo propósito es una difusión siempre mayor, una realización siempre más completa, pero que se contradiría y se destruiría al alcanzar esa meta absoluta.”

De igual forma, Yonnet, reitera esa capacidad cíclica del fenómeno, dentro de su estudio, (citado en Monneyron Frédéric, 2006, p. 60) el cual indica que nadie puede escapar a la práctica del vestir, que se ha entrado a algo llamado “el ciclo de las modas” explicando que ésta no se presenta como una historia lineal, sino que “integra tres tipos de temporalidad”:

1) Ciclos cortos, de apariencia a veces efímera, que se conoce como NOVEDAD.

2) Ciclos medios (de unos años), tendencias duraderas que regulan las modalidades de un uso, que se describe como MODA.

3) Ciclos mucho más largos que representan una adquisición cultural “definitiva”, que es lo que llamamos ESTILO.

Muchas vertientes, muchos ciclos y cientos de ángulos en lo que podemos observar el fenómeno de la moda, es mediático, pero también habla de uno mismo, es todo y a la vez nada, habla de ti y habla de todos, la moda nunca pasará desapercibida.

 

 

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