Si comer chocolate es delicioso, recibir un abrazo también nos da placer…
Estudios han demostrado que al recibir o dar un abrazo nuestro cerebro segrega hormonas relacionadas con el placer, en concreto dopamina y serotonina.
Para nada tienes que esperar una fecha especial o un acontecimiento triste para regalar un abrazo.
Las personas que aprecias siempre estarán dispuestas a recibir un abrazo tuyo. Además de disminuir el estrés y reducir la tensión arterial, le dirás a alguien: te quiero, estoy contigo, me ocupo de tu bienestar y me gusta “apapacharte”.
Lo mejor de recibir un abrazo o darlo es que genera tranquilidad, lo que equilibra nuestro sistema nervioso y se reduce el riesgo de padecer demencia.
Cuando abrazamos a alguien, nuestro sistema inmunitario se ve fortalecido porque se activa generando la creación de glóbulos blancos. Así, se previenen enfermedades y mejoran nuestras defensas.
¿Cuándo fue la última vez que diste un abrazo? No esperes más, corre a abrazar a los que más quieres así, recibirás y brindarás salud además de un rico apapacho.